Reglette regime

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Guerra a PhotoShop



Pago por coger una mala hostiaaaaa, siempre! Pago por sentirme la cucaracha más asquerosa de la cloaca. Me llamo Krystal y soy masoquista: compro revistas.

No me molesta que alguien luzca mejor que yo, que tenga una herencia genética (o del bisturi, da igual) perfecta, que tenga un metabolismo endiviable, una estructura ósea inmejorable, sonrisa Colgate y cabellos de Rapunzel. Lo que me molesta es el engaño.
Cuando las mujeres que salen en las revistas son igual que todas, les salen barros, se les hincha la tripa con la regla, amanecen feas, tienen ojeras, una ligera papada, tienen callos, un diente salido, una teta más grande que la otra (y conste que no me estoy describiendo, jaja). El colmo es cuando aplican tanto el programita de los cojones que ya ni se parecen!! una mujer es la fotografiada y otra la publicada.
Y por fin veo la luz: Hay una propuesta de varios diputados en Francia que quieren aprobar una ley para luchar contra lo que consideran "una imagen deformada de los cuerpos en los medios de comunicacion", y de aprobarse dicha ley todas las fotografías retocadas deveran llevar una advertencia en la que se explique que las imágenes han sido alteradas para ser más llamativas.

Al final de todo sólo busco la verdad, no sentirme manipulada por los canones de belleza establecidos por los grandes de la moda, y no soy hipócrita, si he de querer parecerme a una modelo de revista, pues por lo menos exijo que sea una mujer de verdad y no una humanoide creada por computadora.

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