Empezó hace dos dias, tengo un mono terrible por unas botas Ugg australianas. Sí esas horribles que parecen pambazos (foto abajo y ya utilizadas hace muchos años por el mítico luchador mexicano EL PERRO AGUAYO (foto arriba).No sé por qué, o sí sé. Es por no hacer nada de provecho, solo buscando que ver por internet.
Ya las había visto pero de pronto sentí una necesidad terrible por las botas. Me dediqué a buscarlas en cuerpo y alma por la red, sí las originales, las copias, las chinas, las clásicas altas, las clásicas bajas, las de piel de canguro, las de piel sin canguro, las cafés, rosas, azules, color crema... uuffffff y como poder identificarlas? Terminé llendo al Corte Inglés y un pastón las mugres botas. La pobre dependienta pensó que ya tenía su comisión asegurada, me dijo: 280 €. -AHH gracias!- le dije.
El caso que me dediqué a buscar por internet y que segun esto ya están out! que eso dicen los estilistas de la moda, a mi me vale, yo quiero mis Uggs y al mismo tiempo algo me dice que no debo ser tan obsesiva con tonterías y ser obsesiva con controlar lo que como por ejemplo,
y no caer en el consumismo demencial, que hay crisis, que me controle....pero no puedo!!!
He de confesar algo: no es la única obsesión, días antes sucumbí por un bolso vintage de piel de víbora de los años 80 que ya viene en camino atravesando el país desde Cataluña hasta Andalucía. No tengo remedio.
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